La memoria muscular en el baile

¿Qué es la memoria muscular?

¿Has oído alguna vez decir que los músculos recuerdan? Hay muchas teorías al respecto, pero las más clarificadoras nos indican que el término “memoria muscular” se refiere a las capacidades motoras, que son las que hacen posible el desarrollo de las habilidades motoras aprendidas.

Estas habilidades pueden expresarse por medio de la actividad física, en nuestro caso a través del baile y, por supuesto, siempre podrán mejorarse independientemente de nuestra edad o condición física y/o mental. El secreto está en la práctica.

Tal y como aprendimos en la infancia a dar nuestros primeros pasos, aquellos que tuvimos que practicar una y otra vez, lo haremos con nuestros primeros pasos de baile.

Nuestras habilidades motoras se verán implicadas y le enviarán el mensaje a nuestro cerebro, que es el que finalmente guardará la información para cuando la necesitemos: “Memoria muscular”.

Del paso consciente al paso automático

No tendrás que pensar antes de hacer tu paso básico, ni cualquiera que estés interiorizando sea cual sea tu nivel. Lo has adquirido, lo has incorporado a tus patrones de movimiento; eso sí, a base de muchas repeticiones y, sin darte cuenta, lo habrás hecho tuyo.

La memoria muscular bailando

Nos encantan nuestras clases de inicio porque son el comienzo de un largo camino de nuevas experiencias y gente encantadora. En muchas ocasiones hablamos sobre la “memoria muscular” o la “interiorización del paso”.

La interiorización o automatización es una parte importante de esos primeros pasos que te están costando un poco pero que, casi sin darte cuenta y mientras disfrutas de la música y la compañía, los habrás integrado en esos movimientos que haces sin pensar.

Es el momento de practicar y pulir ese potencial que no sabías que tenías.

Interiorizar el baile es un proceso. A la vez que tu cuerpo y tu mente memorizan los pasos irás “sintiendo” la música. La idea no es que seas una máquina de hacer figuras, que las aprenderás, sino que lo sientas y que lo hagas tuyo. 

El tiempo, la velocidad y el conteo son bases importantes para que automatices el baile; el conteo nos indica los movimientos de los pies, es la pieza clave para no perder el ritmo. Acostumbrarás a tu cuerpo con un patrón de ritmo asociado a ese movimiento. Lo conseguirás escuchando la música, igual que cuando conduces: sabes que el coche te está pidiendo el cambio de marcha, ¿verdad?. Pues es muy similar.

Cuando hablamos de “memoria muscular” en el baile instintivamente pensamos en los pies, pero bailar involucra todo nuestro cuerpo. La intensidad con la que se ejecutan los pasos es tan importante como aprenderlos y sentirlos.

Tienes conexión con tu pareja.

Hay contacto, hay miradas, hay un “yo te guío y tu te dejas llevar”: Fluimos. En definitiva hay “flow” entre los dos. Que bonito suena todo esto, ¿verdad? Pero…, ¿qué pasa si le estás apretando tanto la manos que pierde el riego sanguíneo?

Al garete la conexión, el “flow” y todo lo que pensabas que estabas transmitiendo.

Presta especial atención a la fuerza y a la intensidad que empleas en tus movimientos, especialmente cuando vas a ejecutarlos con otra persona. Procura memorizar la suavidad acompañada de firmeza. Sin que te des cuenta serán parte fundamental de tu equilibrio y de tu armonía.

¿Cuándo practico?

¡En cualquier momento! Solo te llevará 5 minutos. Casi sin darte cuenta te encontrarás inmerso en tus tareas al son del ritmo que marca tu memoria. Mientras cocinas, en el ascensor, al cepillarte los dientes… Formará parte de tu día a día. Una vez que te hayas hecho con el básico puedes avanzar un poco más.

Pero sobre todo no olvides que…

“Lo importante no es quien baila mejor sino quien goza más”

Eddie Torres