Cuando te adentras en el mundo del baile no eres consciente de cómo cambiará tu vida y el lugar que ocupará en tu vida social. No sabrás cómo has podido vivir sin un social o una quedada salsera. Sin una bachata que te “toque la fibra”, que te suba el ánimo y ¿por qué no? que te ponga nostálgico/a.
Los primeros contactos están llenos de incertidumbre. ¿Se me dará bien? ¿Pareceré un pato mareado? ¿Me sentiré cómodo/a con el resto de personas? ¿Los profesores serán unos creídos? 😜. Incertidumbres que se desvanecerán poco a poco con el buen rollo que predomina en este mundillo.
Cómo identificar si has entrado para no salir
¿A qué nos referimos con entrar para no salir?. Quizás estés pensando en una secta donde te despojaremos de todos tus gustos musicales para que tu repertorio musical esté compuesto únicamente por temas de Marc Anthony o Juan Luis Guerra, entre otros.
Nada más lejos de la realidad. Te sorprendería saber cuántos metaleros y fans de aquellos maravillosos 80 forman parte de esta gran familia de “bailarines con sabor”. Y es que la música es universal y multicultural.
Si hay algo maravilloso en ella es que puede llegar a cualquier persona sin distinción, por lo que disfrutarás igualmente de tus noches de Jazz o del subidón de Manowar tanto como las de un social al son de los ritmos latinos.
Eres un salsero/a bachatero/a si…
- En tus listas de reproducción de Spotify hay incluida una lista de salsa y bachata y te aparece en las recomendaciones de las más escuchadas.
- Tus amigos de las quedadas habituales tienen planes y tu primera idea ¿cómo no? es el social.
- Casi sin darte cuenta tienes en todos tus dispositivos listas de reproducción salsobachateras. En el móvil, el ordenador, la tablet y por supuesto, en el coche, para que, como nadie te está oyendo te sientas un integrante de La Sonora Matancera en su mejor interpretación.
- Tu círculo de amistades ha crecido notablemente con amistades salsobachateras.
- Tus planes incluyen como prioridad las quedadas para bailar, dejando en segundo plano todas las demás o simplemente acudiendo a tus quedadas de siempre para terminar la noche bailando en el social y cerrar con broche de oro.
- Tus zapatos de baile no te abandonan. Siempre hay un par en el coche para lo que pueda surgir y reciben más cuidados que ningún otro.
- De pronto te vuelves un/a experto/a en estilos. Salsa en 1, salsa en 2. Tiempos, compases, ritmos, bachata romántica y las últimas tendencias. Te descubres compartiendo y etiquetando a tus amigos bailarines.
- Tienes por lo menos una camiseta con los nombres de tus profesores. Cuando vas de compras piensas en si esa ropa te servirá para bailar.
- Estás al corriente de las fechas de próximos eventos. Congresos nacionales e internacionales.Todos saben que bailas. Tienes la necesidad de contarlo para que todos sepan que has hecho un gran hallazgo en tu vida.
- Te sorprendes bailando en el baño, en el salón, en el centro comercial y en cualquier lugar en el que recuerdes u oigas ese ritmo que te hace vibrar. La aspiradora se convierte en tu pareja de baile 😂
- Te conviertes en un captador de alumnos como si del mejor relaciones públicas se tratase. Cuando practicas algo que te hace realmente feliz quieres compartirlo y es así como has conseguido que varios de tus amigos se apunten a clases de baile.
Y de este modo podríamos definir, entre otros muchos aspectos, a un/a salsero/a, bachatero/a de los pies a la cabeza. Llegados a este punto te damos la enhorabuena por descubrir esa pasión que no sabías que tenías.