Vamos a hablar un poco de nuestra herramienta fundamental y al mismo tiempo de los grandes olvidados, nuestros pies .Son el soporte de todo nuestro cuerpo y su postura influye considerablemente en la alineación de nuestra columna vertebral.
Queremos pasar horas y horas bailando y por ello no podemos olvidarnos de cuidar nuestros preciados pies, vamos con unos consejos:
1. Estira tus pies
Como hablamos en nuestro artículo anterior, los estiramientos antes y después de bailar son parte fundamental de la salud de nuestros pies, las inflamaciones más comunes son en la planta del pie y en los tobillos, por lo que debemos prestarles especial cuidado.
2. Elige el zapato adecuado
Todos nos parecen preciosos,con sus colores, sus brillos, sus tacones de infarto, pero, ¿cuál es el adecuado para nuestro tipo de pie?. Si estamos empezando en el maravilloso mundo del baile es recomendable usar un tacón y un grosor medio. En el caso de los chicos un tacón ancho es lo recomendable.
Es importante tener en cuenta el grosor de nuestro pie, el zapato que elijamos debe de hacernos sentir el pie totalmente sujeto. Trataremos de evitar los materiales sintéticos.
3. Protege tus pies
¿Sabes qué es la piel de topo?. Te lo contamos: es una cinta elástica y autoadhesiva que, a su vez, es antideslizante por lo que cumple doble función: la de proteger tus pies y la de hacer tu baile más placentero. Además, cura y previene las burbujas o ampollas por causa de la abrasión.
Puedes encontrarla en tiendas especializadas o en Amazon.
También podemos usar las vendas de toda la vida siempre que protejan nuestros pies.
4. Masajea tus pies
Una vez más hacemos referencia al post sobre la importancia de los estiramientos para el baile.
No hay nada más placentero que llegar a casa después de una noche intensa de baile y darnos un masaje. Todos tenemos una pelota de tenis en casa (no es cierto)…, aunque podemos usar cualquier pelota similar. Deslizamos nuestros pies haciéndola rodar a lo largo. Nos lo agradecerán.
5. Agua tibia y aceites esenciales
La fórmula secreta, o casi, para aportar la relajación total a nuestros pies. Si no tienes aceites esenciales agrega un poco de gel de ducha hidratante. Sumérgelos durante unos minutos y puedes aprovechar para masajearlos. Si te animas, sube por los gemelos hasta las rodillas, lo dejamos a tu elección.
6. Escucha a tu cuerpo
Finalmente y no menos importante, presta atención a las señales que envía tu cuerpo.
Recuerda que los pies son la base de toda nuestra estructura. Vigila la aparición de dolores de cadera, de rodilla o de espalda, que pudieran estar originados por descuidar tus pies.
Si son habituales y se alargan en el tiempo acude a un profesional.