¿Aprendes o te enseñamos?

Hoy queremos que te hagas estas preguntas: ¿Por qué bailas? ¿Qué te hizo dar el paso hacia la bachata y la salsa?. Sabemos de buena tinta que hay factores en común y que suelen darse muy a menudo. Uno de ellos, y del que nos encanta ser partícipes, es el de desconectar del ajetreado día a día, de apagar las preocupaciones para encender la música.

Hace poco te hablamos de la Terapia de Cuatro y te explicábamos qué pasa en tu organismo para que el baile suponga una reacción química que dispare tu buen rollo y tu sensación de bienestar, adentrándote en un mundo de cadencias, flow y sabrosura con la clave de fondo. Si todavía no has dado el gran paso, no te quedes con la duda, pregúntanos porque te lo vamos a contar todo.

Enséñame

En muchas ocasiones te surgen dudas, cuando buscas a tus profesores de baile, cuáles serían los ideales, que se parezcan a ti, a tus necesidades y ¿por qué no? que te transmitan buen rollo. Igual que cuando buscas a tu pareja ideal o a tu Medio Limón)

Si hay algo que tenemos claro es que donde mejor estamos es con las personas con las que nos sentimos a gusto, en los trabajos con buen ambiente y compañeros positivos. Nos sentimos bien en grupos de amigos, no de esos que están ahí para un like, que también, sino aquellos que van más allá. Buscamos en nuestro día a día una familia.

Si eres de los que nos lee habitualmente sabes muy bien de qué trata esto de la familia. Quisimos demostraros que es posible ser más que una comunidad, que es posible ser una Comufamily, por eso fue tan fácil elegir el nombre. La puerta está abierta, ya lo sabes. 😉

¿A qué nos referimos con “enséñame”? Para nosotros enseñar abarca multitud de conceptos. Podríamos resumirlo como la forma de transmitir nuestros conocimientos por medio de técnicas, ejemplos y asociaciones, pero sobre todo, con sentido del humor y constancia, que es como mejor se aprende.

Enseñame de verdad

Cuando tocas a la puerta de Alfonso y Mónica quieres aprender o, para ser más exactos, quieres bailar como Alfonso y Mónica y también como el resto de bailarines que tienes en tu lista de favoritos. Te visualizas arrasando en la pista, desplegando tus dotes de dirección o tu sensualidad y elegancia dejándote fluir.

No está mal que te visualices de esa forma, no está mal que te plantees objetivos, pero es muy importante que comprendas el proceso y lo que requiere por tu parte para que lo consigas. Para nosotros cada alumno es una historia que contar, historias que hemos acumulado en nuestro haber y con las que podríamos escribir un libro.

A todos ellos les agradecemos enormemente y les debemos, en gran parte, lo que somos hoy. Nuestra meta era, es y será la de conseguir que cada alumno/a que pasa por nuestras manos experimente un antes y un después en el aprendizaje.

Hace poco oímos a un futuro bailarín plantearse cuáles eran los aspectos más importantes a tener en cuenta para elegir a sus profesores de baile y nos pareció muy interesante su reflexión; fue la siguiente:

“Quiero bailar así de bien pero no quiero un proceso lleno de traspiés, de tiempo perdido por malos comienzos, por no haber aprendido los conceptos básicos, por no haber sentado las bases, los pilares. Quiero, definitivamente, pedagogía en el baile”

Agradecimiento

Al dirigirse a nosotros y explicarle qué podíamos ofrecerle y en qué consistía la formación que impartimos, nos descubrimos enumerando las características del MAM, el Método Alfonso y Mónica.

Este método es el resultado de 16 años de trabajo duro, de aprendizajes, de tropiezos, también de risas y alguna que otra lágrima. El MAM es el fruto de todas nuestras ilusiones mezcladas con mucho empeño y mucha gente de corazón grande y bonito.

Recordamos con los “ojitos brillosos” esa etapa de nuestras vidas en la que, con toda la ilusión del mundo y un CAP (Certificado de Actitud Pedagógica) en nuestro haber, decidimos Enseñar a bailar, a sentir y a transmitir. ¡Cuanto hemos aprendido y disfrutado!