¿Bailas o ligas?

Hoy nos tiramos a la piscina con este tema tan controvertido y tan debatido, al mismo tiempo que divertido. ¿Te ha pasado que cuando cuentas que te vas a apuntar a clases de salsa y bachata o estás empezando, te encuentras con alguien (que no baila), y que te suelta su verdad absoluta?: “Eso es solo para restregarse” 🤦‍♂️ .

Pues sí, son muchas las personas que lo piensan cuando lo ven desde fuera y nunca han asistido a una clase de baile. Es cierto que cuando bailas con otra persona tienes que acercarte y tener un contacto que en el día a día, si no tienes confianza, no ocurriría.

Si recuerdas tu primer día de clases (te reirás) probablemente vengan a ti imágenes de vergüenza y de un, “no sé para dónde mirar”, por lo que la mejor opción resultaba ser que uno mirara  al este y otro al oeste, no fuese que coincidieran también en el punto cardinal 😂.

Socializando y bailando

Como en cualquier otra actividad en la que conoces personas que comparten tu afición, es muy posible encontrar a personas muy afines a ti. Se llama socializar y conectar. Conocer gente nueva no tiene por qué ser sinónimo de llevar el anillo preparado. 

Se trata de encontrar momentos de desconexión de la rutina diaria y de añadir a nuestra agenda actividades y personas que aportan. Al fin y al cabo la vida está hecha de eso; de momentos y de esas personas con las que los compartimos.

Y es que las clases de baile no se quedan en esa hora o dos a la semana. Las clases de baile se convierten en un café antes o en unas cervezas después y, como todos los que bailamos lo recordamos, en El social, aunque para poder disfrutar de los bailes sociales tendremos que esperar un poco, por la salud de todos.

Se busca un corazón

Está claro que si buscas, encuentras, o casi siempre. Muchas personas encuentran en el baile la oportunidad para desinhibirse y encontrar a la persona indicada. Si habitualmente la vergüenza y la falta de determinación se convertía en un impedimento, en el baile llevas medio camino andado. Te contamos ¿por qué?

• Cercanía.  Ese hielo, tan difícil de romper para algunas personas, se derrite de forma natural al bailar. En tus inicios aprendes posturas, distancias, intensidades al sujetar a la pareja y todo esto hace que tocar sus manos, su espalda o su cintura se convierta en algo natural. 

Nosotros te recomendamos no abusar de la “naturalidad”. A veces se puede malinterpretar llegando a ser contraproducente con la pareja y, en lugar de derretir el hielo, puede llegar a convertirse en un Iceberg.

• Contándote la vida. Bueno, no tanto, pero sí es cierto que en clase te presentas, te ríes, te quedas hablando fuera y poco a poco vas conociendo a las personas con las que compartes tu hobbie.

En el social también era habitual quedarse con la pareja con la que acabábamos de bailar intercambiando un par de palabras. Es así como poco a poco vas ampliando tu círculo de amigos/as y llegando a conocer, por qué no, a tu medio limón 😜

• Quedadas no tan salsobachateras. A medida que te mueves en el mismo círculo social se van estrechando lazos y compartiendo diferentes actividades además del baile. Nos convertimos en una gran familia, y eso nos encanta. 💗

• Risas aseguradas. Si hay algo que te acompañará durante todas las clases de baile y los encuentros (controlados)😷, son las risas. En nuestras clases, a pesar de las distancias, prevalece el mismo espíritu cercano y alegre. Tenemos las mismas ganas y el mismo buen rollo que nos transmiten nuestros alumnos.

Recuerda siempre, la respuesta más recurrente a la pregunta: ¿Cómo sería tu pareja ideal? suele ser, “Una que me haga reír”. Ahí te lo dejamos.

Independientemente de cuál sea tu intención al elegir el baile como afición y como complemento de una vida plena, vamos a resaltar algunos puntos que creemos importantes, bailes o no.

• Siempre, siempre, respeto hacia la pareja
• El acercamiento es cosa de dos
• Las críticas, solo constructivas
• Sensual y no vulgar
• Nunca dejes de bailar 😉

Dicho esto, tenemos muy presente que cada pareja es un mundo, tanto si es de baile, como sentimental o ambas. Todo aquello que se decida entre dos será válido. Esto se puede aplicar a cualquier aspecto de tu vida.

Para terminar no podíamos olvidarnos de las innumerables parejas de baile que han dado un paso más (nunca mejor dicho), y se han dejado envolver por Afrodita. Hemos sido testigos de amores, desamores y de muchos finales felices. 

Nos gustaría que nos contaras si conociste a tu pareja bailando, si crees que estás a punto de encontrarla o si no crees en las “notas de amor” 💙🎶.