Salsa rápida sin morir en el intento

El reto de bailar una salsa rápida

Nos encantan los sociales. Podríamos llamarlos, la vida real, en relación a las clases de baile. Es en un social donde pones a prueba lo que has aprendido, donde superas tus miedos y donde te das cuenta de que volverás una y otra vez a bailar.

Oirás canciones que no conocías. Canciones de las que no te has aprendido el ritmo pero con las que se te van los pies. Estás deseando buscar una pareja para bailar esa salsa que te retumba por dentro.

Muy bien, tienes las ganas y la chica/o, te la llevas a la pista para disfrutar y hacerla disfrutar y… ¡Sorpresa!

Bailar salsa rápida

La salsa se llama “Anacaona” y cuando te vienes a dar cuenta estás sumergido en una vorágine de pasos que no sabes controlar, la chica se te pierde, le pegas al de al lado, no sabes si estás bailando en 1 o en 2, a la chica le falta el aire y lo que debería de haber sido un momento de disfrute se ha convertido en las ganas de que termine esa condenada salsa para no bailarla nunca más. 😵

Odias al DJ  por esa salsa tan arrebatadamente rápida que no te dejó disfrutar del baile ni demostrar lo que sabías pero sobre todo odias la frustración que eso te produce.

Para que no tengas que pasar por ese mal trago otra vez, te vamos a dar unos consejos que te harán entender, sentir y transmitir con tu cuerpo esas salsas que ahora te parecen tan rápidas e imbailables.

Consejos para sobrevivir a una salsa rápida

Espacios compartidos. Aunque te sientas la estrella de la pista y salgas a bailar como si del campeonato del mundo se tratase, recuerda que no estás solo/a, que el sabor y el ritmo del baile están en la armonía de movimientos. Visualiza tu espacio y muévete dentro de él. 

Bastará con tener consciencia de tu cuerpo y ubicarte sobre una línea imaginaria que te servirá de guía al bailar. Visualizar tu eje central, partiendo de una postura correcta, también facilitará tus movimientos.

Música rápida. Movimientos pequeños.  Resulta que estás buscando la fórmula mágica para bailar una salsa muy rápida y la base está en los movimientos pequeños (lo oirás en clase más de una vez). Te permitirá tener más precisión y control de tus movimientos y los de tu pareja y a su vez ejecutarás un baile más limpio.

Sabemos que dominas un montón de figuras y quieres que todo el mundo vea tu despliegue en la pista, sobre todo cuando dejas a la chica sola en segundo plano para lucirte en modo super star (No lo hagas por favor🙏🏻). Cuando el ritmo pida rapidéz será más sencillo y agradable que utilices movimientos menos complejos. 

Cómo bailar una salsa rápida

Visión 360º. Aunque no lo parezca, según en qué situaciones,  bailar puede resultar un deporte de riesgo y es que, aunque tengas conciencia de tu espacio, tus movimientos y en definitiva de todo lo que puedes controlar, se te escapan de las manos el resto de bailarines.

Si quieres bailar en posición abierta debes de controlar los 4 puntos cardinales. Recuerda que la chica se está dejando llevar, está confiando plenamente en ti, en que no la vas a dejar caer y en que no la van a dejar “KO” cuando la estés girando. 

La chica también podrá indicar si no hay suficiente espacio para realizar un movimiento. Con una pequeña presión en la espalda del chico o una sujeción de muñeca más intensa.

«La educación y los modales son importantes»

Figuras en desarrollo. No es recomendable poner en práctica figuras que has aprendido hace muy poco tiempo o que te gustan mucho pero no terminas de controlar. Debes de encontrarte seguro y fluido en tus movimientos. Con los giros y movimientos bruscos podrías lastimar a tu pareja o a ti mismo.

Trucos para bailar salsas rápidas

Discúlpate. Si a pesar de las recomendaciones te encuentras en una situación comprometida (que pasará), recuerda pedir disculpas, tanto si es a tu pareja como a otros bailarines.

Puede parecer obvio pero no siempre se tiene en cuenta. Todos entendemos dichas situaciones y agradecemos las disculpas.

Salsa Brava. Las salsas rápidas están cargadas de diversión y de pasión, se viven con mucha intensidad, así que en lugar de esperar a una más lenta, déjate llevar, siéntela y deja que tus pies, tus caderas y tus hombros hagan bella a tu bailarina.

¡Que las prisas te pillen bailando!