¿Todos bailamos con ritmo?

En muchas ocasiones oímos decir: «soy arrítmico», «nunca podré bailar», «aquel o aquella bailan porque lo llevan en la sangre…». Si bien es cierto que las personas que, desde niñas, han estado escuchando mayoritariamente ritmos latinos los han podido interiorizar, tenemos una buena noticia para ti y es que el ritmo se aprende.

¿Qué es el ritmo?

Cuando pensamos en el ritmo nos imaginamos a nosotros mismos moviéndonos coordinados con el sonido de la música, es decir, sin perdernos. Esto ocurre porque sin darnos cuenta han entrado en juego ”compases, tiempo y tiempo fuerte”. Conceptos con los que no estás muy familiarizado y que te vamos a explicar a continuación.

Tanto la bachata como la salsa están compuestas por compases. Cada compás está formado por 4 tiempos. Al tiempo 1 le llamaremos “tiempo fuerte”

Dos compases de 4 tiempos forman una frase musical que coincide con nuestro paso básico.

Quizás te resulte un poco complicado entender todos los conceptos al principio pero una vez que los llevemos a la práctica los entenderás mucho mejor.

Bailar en tiempo implica respetar el patrón rítmico de nuestro paso básico, que viene marcado por la canción. Cuando bailamos debemos seguir el patrón rítmico que marcan los instrumentos, es decir, el instrumento nos guía o, dicho de otra forma, seguimos al instrumento. Podemos improvisar con ellos pero, como esto da para rato, hablaremos sobre este tema en un próximo artículo.

¿Y qué es el tiempo fuerte?

No en todos los estilos de baile podemos entrar en el mismo tiempo. En la salsa (salsa en 1, por ejemplo) no es ni más ni menos que el primer tiempo o tiempo 1 donde entran los instrumentos y, por supuesto, tú como bailarín. Los tiempos de entrada en cada estilo de baile son un tema lo suficientemente amplio como para dedicarles un post completo en el blog.

¿Cómo entrenar el ritmo?

A diferencia de los músicos profesionales, que tras mucho entrenamiento han incorporado el ritmo de manera instintiva y no tienen que pensar dónde está el ritmo, pudiendo seguir la estructura del mismo de forma casi inconsciente, tú tendrás que realizar un aprendizaje consciente del ritmo.

Consciente o inconscientemente. Quizás te resulte más fácil no obsesionarte con captar el ritmo. Puedes comenzar por elegir una canción que te guste, que no sea muy rápida y que no esté cargada de instrumentos.

Descubrirás que te resulta agradable empezar a reconocer instrumentos, su compás y su entrada. Créenos, es emocionante cuando te descubres reconociendo las Claves, el Bongo o el Güiro, entre otros.

Seguido o a la par del reconocimiento instrumental viene el sentimiento. También oirás muchas veces: “¡Siéntela por favor, siente la música!”. Tu corazón se acopla a esos sonidos, los sientes dentro y casi sin darte cuenta tu pie se mueve, “ta-ta-ta, ta-ta”. Presta atención y adéntrate en los sonidos.

¿Cuánto tiempo me llevará?

No se trata de algo a lo que podamos ponerle fecha. Al fin y al cabo es un sentimiento y, ¿quién le pone fecha a los sentimientos? Así es la música.

No obstante, sea lo que sea que escuches y bailes te podemos dar unos pequeños trucos para hacerte fácilmente con el ritmo.

Tips con ritmo

  • Escucha mucha música. Igual que cuando aprendes un idioma, tu cerebro se acostumbra a oír y entender con naturalidad una y otra vez el lenguaje. Con la música pasa exactamente igual.
  • Investiga acerca de los instrumentos utilizados en las orquestas. Te será de gran ayuda conocer de qué instrumento procede cada sonido. Estarás familiarizado con cada uno de ellos. Por ejemplo, cuando escuches “las Claves” sabrás que son dos palos de madera que al chocar producen un sonido llamado “la Clave”
  • Baila. La práctica es la clave. Baila dejándote llevar por lo que crees que te indica la música. Al principio te encontrarás yendo al Norte en lugar de al Sur, donde te indicaba la melodía, pero con el tiempo encontrarás “tu Norte”. Te lo aseguramos.
  • Despacio. Empieza por escuchar música un poco más lenta. Así le darás la oportunidad a tus músculos para que “memoricen lo aprendido”. Te contamos más en nuestro artículo sobre la memoria muscular en el baile.
  • Apps para el móvil. Como dato curioso y si quieres adentrarte a fondo, hemos encontrado una aplicación que puede servirte de ayuda para conocer cada instrumento y su respectivo sonido. Podrás hacer tú mismo de orquesta combinando los instrumentos a tu antojo. Aquí la tienes. Que te diviertas. http://www.salsabeatmachine.org/
  • Sonríe y disfruta. No se trata de una carrera de fondo para grabar a fuego el ritmo. No funciona así. Te gusta bailar, llevar y dejarte llevar haciendo que fluya. ¿Qué fluya qué?, El Ritmo.

¡Que la Clave te acompañe!